Caso Guerra - PSOE

El Caso Guerra fue el primer gran escándalo de corrupción de la democracia española que estalló entre 1989 y 1990, protagonizado por Juan Guerra González, hermano del entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra. El caso se centró en el uso indebido de un despacho oficial situado en la Torre Sur de la Plaza de España de Sevilla, sede de la Delegación del Gobierno en Andalucía, desde el cual Juan Guerra desarrollaba actividades comerciales privadas mientras ocupaba formalmente el cargo de asistente de su hermano, con un sueldo de 129.370 pesetas mensuales pagadas con fondos públicos.

La trama implicaba la utilización de recursos públicos y un despacho oficial para negocios privados, lo que llevó a Juan Guerra a ser acusado de múltiples delitos: cohecho, fraude fiscal, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones. El núcleo del escándalo radicaba en el tráfico de influencias y el aprovechamiento del cargo de su hermano para obtener ventajas comerciales. Las investigaciones revelaron que Juan Guerra había experimentado un incremento patrimonial significativo durante el período en que ocupó el despacho oficial, desarrollando negocios de intermediación comercial.

El caso tuvo profundas consecuencias políticas que marcaron al gobierno socialista de Felipe González. Tras meses de presión mediática y política, Alfonso Guerra se vio obligado a dimitir como vicepresidente del Gobierno el 12 de enero de 1991, aunque Felipe González inicialmente había declarado públicamente su apoyo incondicional. Judicialmente, Juan Guerra fue absuelto en siete juicios de todos los delitos excepto del fraude fiscal, siendo condenado en 1995 a dos años de prisión por defraudar 42 millones de pesetas (253.000 euros) durante 1988 y 1989 en su empresa Corral de la Parra, pena que finalmente fue suspendida en 2002. El caso quedó en el imaginario colectivo español como el "Waterguerra", marcando un precedente en los escándalos de corrupción política en España.